Dentro de los hilos de macramé podemos encontrar infinidad de tipos y modelos, tanto en grosor como de color y material. En función del tipo de manualidad que trabajemos, debemos elegir un tipo de hilo de macramé u otro:
- Hilo macramé de algodón o cuerda: este es el más común en la mayoría de labores de macramé. Con él se consiguen resultados con mucha calidad y muy finos y delicados.
- Hilo macramé encerado: los podemos encontrar tanto de algodón como sintéticos. Son hilos muy fáciles de manejar con un buen acabado, ya que los hilos hechos con este tipo de hilo no se deshacen o deshilachan. Además, quedan muy bien marcados. Es el más recomendable para principiantes. También es de los hilos con mejor precio. Este suele usarse para hacer pulseras de macramé y collares.
- Hilo de macramé mercerizado: tiene un aspecto brillantes y perlado. Suele tener colores muy llamativos, por ello se emplea mucho para bisutería. Es un poco más caro que los anteriores y su manejo requiere cierta destreza, ya que se enreda muy fácilmente.
- Hilo de macramé cola de ratón: es grueso y brillante. Suele usarse para decoración de llaveros y algunos casos de bisutería. Es un poco más resbaladizo, por lo que es más recomendable usarlo cuando tenemos mucha destreza haciendo macramé.
- Hilo macramé hemp o cáñamo: su aspecto y textura es más natural que los anteriores. Es muy fácil de usar. Con él se consiguen acabados muy naturales y bonitos. Es un hilo de alta calidad, pero con un precio un poco más elevado.
- Hilo de lana de Islandia para macramé: se usa para hacer efectos y relieves en los tejidos de macramé. Es un hilo grueso de aspecto esponjoso.