El trapillo es un tipo de tela o lana reciclada. De hecho, a parte de poder comprar ovillos de trapillo en tiendas como la nuestra, puedes hacer tus propios ovillos reciclando ropa vieja, como las camisetas de algodón. Sin embargo, las que puedes encontrar fabricadas en las tiendas son las más adecuadas para tejer o trenzar.

Básicamente, el trapillo está compuesto por algodón, licras y otros elásticos. Por suerte, existen infinidad de colores, modelos e, incluso, grosores y elasticidad con los que hacer todo tipo de manualidades. Además, hay que tener en cuenta (sobre todo la primera vez que se trabaja con él) que el trapillo no cuenta con un grosor y ancho uniforme.

Por suerte, el trapillo es una manualidad que tiene todo tipo de utilidades y aplicaciones: objetos de decoración, ropa, complementos, artículos de cocina y baño… Desde alfombras a zapatillas de estar en casa, pasando por cojines, bolsos o collares. Las posibilidades de creación son infinitas. Además, el trapillo es una forma sencilla de comenzar en el mundo del crochet e ir avanzando poco a poco. Lo bueno que tiene esta técnica es que puedes llegar a tejer tu proyecto en sólo un día, ya que es súper fácil y rápido de hacer.

El tema de los materiales es otra de las ventajas de hacer este tipo de manualidades. Se necesitan muy pocos y dependerán del tipo de proyecto que pretendas hacer. Pero por encima de todo lo que siempre necesitarás será una aguja de trapillo, que deberás elegir en función del grosor del trapillo que hayas escogido. Además, su grosor va numerado por milímetros. De esta forma las encontraremos desde 10mm hasta 16mm.

Además, si necesitas hacer ciertas manualidades como los bolsos, necesitarás moldes o bastidores que servirán de guías para hacer la forma del propio. También te vendrá bien tener en tu kit un marcador de puntos y un centímetro.

A la hora de comprar un tipo de trapillo u otro para hacer tus proyectos debes tener en cuenta que el trapillo sea de grosor medio (es lo más recomendable), que sea suave y con un mínimo de elasticidad. Para ello, lo mejor es que tengan lycra.

Además, debes saber que no es el mismo trapillo el que usaremos para hacer una alfombra, que para una cesta (estas necesitan rigidez).